sistema para reactivación de periferias urbanas (PFC)
CONTEXTUALIZACIÓN TEÓRICA
El planteamiento general del proyecto parte de la idea de sistema arquitectónico, tomando como referencia lo expuesto por Josep María Montaner en su obra “Sistemas arquitectónicos contemporáneos”. El carácter sistemático impuesto no sólo hace alusión al procedimiento determinista dentro del cual se genera una solución estandarizada a partir de condiciones iniciales fijas; sino también a su vocación de convertirse en solución aplicable en varios emplazamientos.
Se trata de llevar a cabo una reflexión acerca del tratamiento que requieren los barrios periféricos degradados, que se extienden en el entorno de las grandes y medianas ciudades. Frente a la tradicional solución de la demolición y creación ex-novo, se plantean una regeneración del espacio urbano y una recomposición del espacio doméstico.
La intervención en el territorio busca transformar el paisaje urbano que percibe el habitante del barrio: convertir la perspectiva infinita de sus calles, el ritmo constante y la falta de diversidad en sus fachadas, en un hábitat contemporáneo colmado por la variabilidad y la facilidad al cambio.
La geometría más adecuada para llevar a cabo dicha transformación es la de urdimbre o tejido, partiendo del concepto de mat building desarrollado por Alison Smithson en “How to recognise and read mat-building”. La malla que sirve de principio configurador general funciona como infraestructura para facilitar las futuras modificaciones y, por tanto, dar cabida a la cuarta dimensión – o dimensión temporal, convirtiendo las edificaciones en un sistema en permanente cambio y evolución de su forma. En este proyecto, se parte de dos sistemas simples para configurar la red base: las comunicaciones perimetrales y las conexiones transversales – o pasarelas. Las unidades anteriores se hibridan en otra tercera, suma de las otras dos, que a su vez, se simplifica y acomoda a las particularidades del trazado general para dar como resultado final la imagen en planta expuesta. En este aspecto se han tomado varios proyectos como referencia, entre ellos destacan: la Universidad Libre de Berlín de Candilis, Josic y Woods; o el orfanato de Aldo van Eyck.
A nivel urbano, la reflexión teórica está basada en la obra construída y escrita de Jane Jacobs, Jan Gehl, y Salvador Rueda (BCNecología); configurando el espacio público a través de una extensión contínua a modo de espacio compartido, o “Shared Space”. De esta forma, la circulación interior en vehículo privado motorizado queda reducida a los recorridos residenciales mínimos. En estos recintos se suprimen la señalización vial y delimitación de la calzada, haciendo que los conductores tengan que adecuar su velocidad a estos factores. Los desplazamientos de peatones y ciclistas adquieren mayor protagonismo, produciéndose un mayor número de encuentros e interacciones, lo que a su vez genera una complejidad urbana más intensa.
El concepto de construcción sobre construcción surge tras la observación de una serie de proyectos metabolistas en los que ésta es la idea principal: el Plan para la Bahía de Tokio de Kenzo Tange, la Agricultural City de Kisho Kurokawa, y sobre todo, la Spatial City de Yona Friedman. Se trata de una estructura tridimensional, levantada sobre pilares, en la que se insertan volúmenes habitados; creándose una topografía artificial por encima del nivel de la topografía natural. El paralelismo entre el anterior proyecto y el de la reactivación urbana del barrio de Orba es evidente, en ambos queda patente la idea de construir sobre lo actual, conviviendo lo nuevo con lo preexistente.
El nuevo sistema reactivador de periferias se compone de dos niveles: interior a la construcción actual, espacio doméstico; y exterior a la misma, espacio público y semiprivado. Las viviendas se descomponen en su parte privada, que queda reducida a la mitad tras la transformación y acople de cápsulas; y en su parte semiprivada, que se extiende en todo la estructura metálica exterior. En este espacio, conviven usos totalmente privados con usos comerciales espontáneos, dando riqueza al espacio urbano tridimensional, concepto urbano enunciado por Salvador Rueda en la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona.
La exploración acerca del espacio doméstico, que en el proyecto queda relegado al espacio interior de los bloques preexistentes, está centrada en la introducción de una serie de cápsulas reactivadoras, en torno a las cuales se estructura el hábitat interior. Estas células mínimas están compuestas por una estructura ligera de perfiles metálicos atornillados que se van conectando a una red de instalaciones infaestructural. El programa de estos elementos es únicamente el de albergar el núcleo húmedo de las viviendas; pudiéndose descomponer en tres partes: una necesaria y dos opcionales. El item central es el compuesto por lavabo + inodoro + sistema de trituración e impulsión de aguas sucias; a éste se pueden adosar: en un lateral, una ducha; en el otro, una cocina equipada con fregadero y almacenaje de útiles.
La atomización de la solución doméstica en cápsulas mínimas procede nuevamente de arquitectos metabolistas, más concretamente de la torre Nakagin de Kisho Kurokawa.
A nivel constructivo, el proceso tradicional se convierte fundamentalmente en ensamblaje de unidades menores, tanto en la parte parasitaria como en la de cápsulas. Se utilizan un número muy limitado de variaciones en las unidades mínimas, haciendo más rentable su producción y más fácil el montaje, que podría llevarse a cabo por personal no cualificado, como los propios habitantes del barrio.
La materialización del proyecto está basada en la simplicidad y naturalidad de los materiales, partiendo con el condicionante de un presupuesto limitado, correspondiente al nivel socioeconómico actual del barrio. En este aspecto, ha tenido gran influencia en el desarrollo de este proyecto, la obra de Lacaton y Vassal, en especial la rehabilitación de la torre Bois-le-Pêtre en Paris.